Los días 22 y 23 de noviembre se celebraron en Cercedilla (Madrid) las IV Jornadas sobre Contaminación Lumínica en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, una convocatoria científico-divulgativa destinada a dar visibilidad al grave problema que supone la contaminación lumínica en este importante espacio natural protegido y en su entorno inmediato. Esta nueva edición ha sido organizada en el marco de la iniciativa Iluminación Nocturna Respetuosa para la Comunidad de Madrid con la colaboración de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid, la Red Española de Estudios sobre la Contaminación Lumínica, Cel Fosc-Asociación contra la Contaminación Lumínica y el Observatorio Ciudadano para la Conservación del Patrimonio de la Sierra de Guadarrama, contando con la financiación de la Fundación STARS4ALL. Las jornadas se celebraron en la Residencia Lucas Olazábal, perteneciente a la Universidad Politécnica de Madrid.
Las jornadas fueron inauguradas por D. Luis Miguel Peña, alcalde de Cercedilla, que dio la bienvenida al entorno de Cercedilla a los ponentes, organizadores y asistentes, y por D. Juan José Areces, director del Organismo Autónomo Parques Nacionales del Ministerio para la Transición Ecológica, quien resaltó la importancia que para estos espacios naturales protegidos tiene la prevención de esta forma de contaminación ambiental que trasciende el ámbito urbano donde principalmente se genera. Tras las jornadas anteriores celebradas en Miraflores de la Sierra, Boalo-Cerceda-Mataelpino y Hoyo de Manzanares, en esta cuarta edición se ha insistido en dar visibilidad al problema cada vez más grave de la contaminación lumínica, y en la búsqueda de soluciones técnicas y políticas para prevenirlo o reducir su impacto. Para ello, durante la tarde del viernes 22 y la mañana del sábado 23 las sesiones han contado con varios de los más prestigiosos expertos del país en los distintos ámbitos afectados.
Carlos Armendáriz, biólogo de la sociedad pública Gestión Ambiental de Navarra (GAN-NIK), describió en primer lugar el proyecto de investigación que se está llevando a cabo en el entorno de los valles pirenaicos navarros sobre la afección de la contaminación lumínica urbana en diferentes especies faunísticas nocturnas autóctonas. Se trata de un proyecto transfronterizo, financiado por fondos europeos INTERREG/POCTEFA, que busca la protección y mejora de la calidad del medio nocturno en los Pirineos. Los datos preliminares presentados ofrecen resultados demoledores en cuanto a la fuerte atracción y afección negativa que ejercen determinadas fuentes de alumbrado, con repercusiones ecológicas debido a la interrelación de las especies en sus hábitats.
Emilio J. Sánchez Barceló, médico y catedrático de Fisiología de la Universidad de Cantabria, expuso cómo, desde hace poco más de cien años, la generalización de las fuentes de luz eléctrica de alta intensidad ha adquirido la capacidad de influenciar nuestra propia biología, adaptada a un planeta en el que durante millones de años la luz se alternaba con la oscuridad natural de manera inmutable. Ello lleva a la desincronización de nuestro reloj biológico, que controla la periodicidad de todas nuestras funciones fisiológicas. Los estudios tanto experimentales como epidemiológicos apuntan a que esta disrupción circadiana mantenida en el tiempo puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, acelerar el envejecimiento, favorecer la obesidad o influir sobre el desarrollo de otras patologías.
Alejandro Sánchez de Miguel, astrofísico e investigador postdoctoral en el Instituto de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Exeter (Reino Unido), puso de manifiesto en su ponencia la ambivalencia de las nuevas tecnologías de iluminación de estado sólido, pues si bien poseen ventajas en la regulación de intensidad luminosa y direccionalidad, su uso no garantiza un impacto ambiental menor cuando se considera su ciclo de vida completo. Además, su frecuente espectro blanco-azulado es mucho más contaminante para la biodiversidad y el cielo nocturno que el de las lámparas de vapor de sodio a las que están sustituyendo. Esto está sucediendo sin que las administraciones responsables hayan realizado los preceptivos estudios de impacto ambiental, lo que pone en cuestión las afirmaciones sobre la sostenibilidad de estas instalaciones, frecuentes en notas de prensa y en la publicidad comercial.
Esteban González Guardia, ingeniero de software del proyecto ACTION en la Universidad Politécnica de Madrid, realizó un repaso a las distintos proyectos de ciencia ciudadana disponibles o en desarrollo que sirven de ayuda para combatir la contaminación lumínica, como Globe at Night, Cities at Night o Loss of the Night, entre otras. Estas aplicaciones y métodos puestos a disposición de cualquiera con medios poco sofisticados y a menudo de forma lúdica, sirven no solo para facilitar la labor de los investigadores en la adquisición de datos, sino que también contribuyen a implicar a la sociedad de forma participativa en el conocimiento y difusión de este fenómeno.
Josep M.ª Ollé, ingeniero técnico en iluminación con larga experiencia en el ámbito municipal y como docente de Luminotecnia en la Universidad Rovira i Virgili, realizó un balance de una década de aplicación del Reglamento de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior de 2008, cuyo objetivo era mejorar la eficiencia y el ahorro energético así como limitar la contaminación lumínica. Si bien su aparición permitió disponer de una normativa legal con la que afrontar la lucha contra la contaminación lumínica, su aplicación estricta no basta para lograrlo, debido a su permisividad con la luz emitida al cielo y la luz intrusa así como la indefinición en la elección de niveles de alumbrado. Ello, junto a la obligatoriedad de iluminar ámbitos específicos en los que no se justifica su necesidad, ha generado la sobreiluminación general de nuestras ciudades y pueblos, que ahora se hace necesario descontaminar lumínicamente.
La evolución de la tecnología ha dejado igualmente obsoleto dicho reglamento, por lo que se ha publicado a consulta un proyecto de Real Decreto por el que se pretende su modificación, a cargo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en el que prevalecen normas de seguridad y se dejan por completo de lado sus impactos ambientales ignorando el conocimiento científico actual. Con el fin de conocer la postura de dicho ministerio y ofrecer alternativas a la redacción propuesta, desde la iniciativa Iluminación Nocturna Respetuosa para la Comunidad de Madrid se ha hecho el máximo esfuerzo para que representantes de esta administración pudieran exponer sus criterios durante las jornadas, sin que se haya obtenido respuesta, lo que motivó la crítica unánime de ponentes y asistentes.
Salvador X. Bará, físico y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, analizó las características que deberían presidir la redacción de cualquier normativa sobre contaminación lumínica para poder constituir una herramienta eficaz para su reducción, de acuerdo con lo que conocemos del problema y su alcance y previsible evolución. Para ello se propone adaptar algunos enfoques que se encuentran en uso en otros ámbitos de la protección ambiental y del desarrollo socioeconómico y que, sin embargo, son sistemáticamente ignorados cuando se aborda la regulación de los alumbrados.
La mesa redonda posterior reunió a Ollé y Bará con Carlos Herranz, físico y expresidente de Cel Fosc-Asociación contra la Contaminación Lumínica, bajo la moderación de Julio Vías en representación de la iniciativa Iluminación Nocturna Respetuosa para la Comunidad de Madrid. Esta iniciativa ciudadana promueve la aprobación de una normativa autonómica sobre contaminación lumínica por la Asamblea de Madrid y hace un año obtuvo el reconocimiento como Light Pollution Initiative de la Fundación STARS4ALL. Vías recordó que la Asamblea de Madrid suscribió en febrero pasado la Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a observar las Estrellas (Declaración de La Palma de 2007), instando a su vez al Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid a incorporar en su acción de gobierno los principios de dicha declaración, sin que hasta la fecha, y una vez constituida la nueva asamblea este año, se hayan producido iniciativas concretas o contactos por parte de los grupos parlamentarios.
En la mesa redonda se puso de nuevo de manifiesto la gran preocupación que existe en la comunidad científica y profesional ante la previsible perpetuación de un marco regulador que se ha revelado contraproducente para la prevención de la contaminación lumínica. La modificación del Reglamento de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior, a cargo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (cuya futura aprobación fue calificada de desastre para el medio ambiente, la seguridad y la salud), se ha intentado revertir por todos los medios razonables al alcance de las iniciativas ciudadanas frente a una patente resistencia por parte de los promotores del texto del reglamento a tener en cuenta el consenso científico o debatir de forma transparente los criterios propuestos, claramente alineados con las prioridades de la gran industria. En los meses previos a esta tramitación la aprobación de modelos de pliegos de contratación municipal y de convocatorias de subvenciones de alumbrado, ambas iniciativas a cargo del Ministerio para la Transición Ecológica, han supuesto también dos oportunidades inexplicablemente perdidas para poder revertir esta negativa situación desde el ámbito municipal.
Como ejemplo de que hay otra forma de hacer las cosas se aludió a la reciente legislación francesa (promovida por un ministerio para la transición ecológica y no por uno de industria) y a otros países europeos. Por otro lado, la Comisión Europea hizo público hace un año el resultado de una profunda revisión de sus Criterios de contratación pública ecológica para iluminación de carreteras y semáforos, que marcan una línea de trabajo dispar a la que sostienen actualmente los responsables de la modificación del nuevo Reglamento propuesto en España. Las jornadas concluyeron por ello con una llamada urgente a la necesidad de una moratoria en la actual modificación del Reglamento de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior que permita su reevaluación desde el punto de vista ambiental con participación de todos los actores interesados y la incorporación de criterios científicos.
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